En medio de la sequía, baja el consumo de agua pero sube la factura

ROSEVILLE, California – Ahorrar agua no siempre significa ahorrar dinero en la sedienta California.

Millones de californianos que esperaban un alivio en su factura de agua al tomar medidas para conservar el preciado líquido se están encontrando con mayores tasas y cargos adicionales por la sequía.

Departamentos de agua están incrementando las tasas y añadiendo tarifas porque están perdiendo dinero tras pedir a sus clientes que conserven agua. Estos departamentos todavía tienen que pagar por costos fijos como reparar tuberías, servicio al cliente y hacer cumplir las restricciones de agua – y estos costos no están disminuyendo.

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Se espera que el golpe financiero incremente ya que la administración del gobernador Jerry Brown ordenó a las comunidades a ahorrar entre el 8 y 36 por ciento de su consumo de agua en comparación con los niveles utilizados en el 2013 en respuesta a la sequía, la cual entró en su cuarto año. Esos recortes podrían dejar a las agencias con un hoyo de $1,000 millones en ingresos, y probablemente se volcarán hacia los clientes, según estimados.

“Porque uses menos agua no significa que tengas tarifas menores o una factura menor”, dijo Lori Dolqueist, abogada que representa a las compañías de recursos hídricos. “A todas las agencias y compañías privadas se les están diciendo que vendan menos de lo que hacen. Es un reto financiero”.

Aunque la conservación intensiva reduce presiones en los suministros de agua, esto puede resultar en problemas para el presupuesto de los gobiernos.

Santa Bárbara, por ejemplo, espera perder $5 millones si los residentes alcanzan la meta de reducir el consumo de agua en un 20 por ciento. Los residentes alcanzaron una reducción de 37 por ciento el mes pasado.

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Este mes, las facturas de agua en Santa Bárbara aumentaron entre $13 y $120, dependiendo del uso, para ayudar a la ciudad a recuperar las ganancias perdidas y activar una planta desalinizadora.

En el Área de la Bahía los resientes están viendo facturas más altas luego de que el mayorista de agua más grande de la región aumentar el costo del líquido en un 28 por ciento para compensar por la baja en ventas.

Otros están optando por una tarifa temporal, incluyendo en Roseville, un suburbio de Sacramento, que recaudó $1 millón en el último año con un recargo en el uso de agua de un 15 por ciento.

La disminución de los suministros de agua durante la sequía también significa que las compañías de agua recurren a recursos más caros. El Distrito Municipal de Utilidades del Este de la Bahía, el cual sirve a 1.3 millones de clientes, están cobrando a la vivienda promedio $12 extras para pagar por el uso de agua a millas de distancia de Sacramento o de programas de conservación de agua.

Algunos departamentos han podido soportar la sequía financieramente porque diseñaron tarifas complicadas que planifican esfuerzos de conservación y cubren costos fijos en tiempo de sequía. Aun si estos mecanismos, otras agencias logran evitar el aumento en las tasas.

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La compañía que sirve a Palm Springs fue uno de los críticos más férreos de las reducciones obligatorias en el consumo de agua, y advirtió que estas medidas le costarían más de $10 millones si lograban la meta de reducir el uso en un 36 por ciento.

Pero en vez de incrementar las tarifas, la agencia tomó agua de reservas y recortó gastos retrasando actualizaciones a la infraestructura e implementando una congelación en la contratación de personal. Pero residentes podrían terminar pagando más cuando la agencia establezca nuevas tarifas el próximo año.

“Esto es un negocio, independientemente de lo algunos piensan”, dijo David Luker, gerente general”. Cuando estrangulamos un negocio por hacer lo políticamente correcto, hay consecuencias masivas, y todavía tenemos que pagar nuestras facturas”.

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