Cárteles de la piel: el tráfico humano, I

Más de 20 millones de personas en el mundo viven como esclavos, haciendo del tráfico humano uno de los crímenes en aumento en países como Estados Unidos y México, luego del comercio de drogas.

El comercio ilegal de personas es un crimen que asfixia a nuestra sociedad. En todos los rincones del planeta, los humanos—sin distinción de edad, género, nacionalidad o nivel socioeconómico—son transformados en objetos negociables.

Los traficantes recurren al engaño, el uso de fuerza, la amenaza, el rapto y al fraude. Una vez las víctimas son despojadas de su libertad, pasan a ser un producto de intercambio.

“Ofreciéndole drogas, ofreciéndole amor u ofreciéndole otros beneficios y la vez que los tienen involucrados en este proceso le van quitando su libertad”, dijo George Gascón, fiscal de San Francsico.

Las enormes ganancias, la clandestinidad y la posibilidad de vender a una persona han hecho que este delito se convierta en el de mayor crecimiento, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Tráfico humano en Estados Unidos

La mayoría de las víctimas del tráfico de personas en Estados Unidos proceden de México. Muchos casos incluyen a inmigrantes indocumentados que, por temor a ser deportados, prefieren guardar silencio.

“Si una persona es víctima de tráfico humano, es importante saber que existe un proceso para poder evitar la deportación”, dijo Patricia Castorena, abogada especializada en inmigración.

Los abusos son cometidos en restaurantes, casas de masajes, fábricas, campos agrícolas y domicilios particulares. El negocio de tráfico humano también va de la mano del tráfico de órganos.

No te pierdas el martes a las 6 p.m. la segunda parte del reportaje especial de Alonso Castillo “Cárteles de la piel”.

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