Presidente ucraniano acuerda tregua

KIEV, Ucrania -- El asediado presidente de Ucrania y los líderes de las furiosas protestas que sacuden el país acordaron el miércoles una tregua para detener los violentos enfrentamientos que han dejado al menos 26 muertos y más de 425 heridos. El presidente Viktor Yanukovich se reunió con los principales líderes de la oposición y ambas partes acordaron detener a la violencia y sostener reuniones para poner fin al derramamiento de sangre, de acuerdo con un comunicado publicado en la página de internet de la oficina del mandatario. El comunicado no ofreció más detalles. Vitali Klitschko, uno de los líderes de las protestas que han buscado mantener a Ucrania abiertas a Europa y lejos de una cercana alianza política y económica con Rusia, dijo, de acuerdo con la agencia de noticias Interfax, que Yanukovich acordó que no habría un intento de irrumpir en el campamento de los manifestantes en la plaza principal del centro de Kiev. Las llamas de barricadas hechas con llantas y deshechos se elevaron por los aires en la plaza por segunda noche consecutiva, y los manifestantes que exigen la renuncia de Yanukovich no dan señales de ceder. El anuncio de la tregua se dio horas después de que el presidente reemplazara al jefe de las fuerzas armadas del país y anunciara una operación nacional antiterrorista para restaurar el orden. Los funcionarios han usado con frecuencia la palabra "terroristas" para referirse a los manifestantes que por meses han presionado por la renuncia de Yanukovich. La reciente violencia ha sido la más grave en casi tres meses de protestas contra el gobierno que han paralizado la capital ucraniana. La oposición y el gobierno de Yanukovich libran una lucha sobre la identidad de su nación de 46 millones de habitantes, la cual está dividida en sus lealtades entre Rusia y Occidente. Las protestas iniciaron a finales de noviembre luego que Yanukovich diera la espalda a un muy esperado acuerdo con la Unión Europea y optara por un rescate financiero de 15.000 millones de dólares de parte de Rusia. Las maniobras políticas y diplomáticas han continuado, y tanto Moscú como Occidente están ansiosos por influir en las decisiones de esta república exsoviética. Tres ministros del Exterior de la UE -de Alemania, Francia y Polonia- se dirigían a Kiev el jueves para dialogar con ambas partes antes de una reunión de emergencia de la UE en Bruselas convocada para sopesar sanciones contra los responsables del reciente brote de violencia en Ucrania. El presidente estadounidense Barack Obama también condenó la violencia en Kiev, y advirtió el miércoles que "habrá consecuencias" para Ucrania en caso de que los enfrentamientos continúen. Estados Unidos ha planteado la posibilidad de unirse con la UE para imponer sanciones contra Ucrania. Durante una visita a México, Obama dijo que el ejército ucraniano no debería intervenir en una situación que los civiles deberían resolver por ellos mismos, y agregó que Estados Unidos considera que el gobierno de Ucrania tiene la obligación de ajustar cuentas pacíficamente con los manifestantes. En Kiev, la principal agencia de seguridad de Ucrania acusó el miércoles a los manifestantes de apoderarse de cientos de armas de fuego de sus oficinas y anunció una operación nacional antiterrorista para restaurar el orden. Mientras tanto, varios manifestantes lograron ingresar a la oficina principal de correos en la Plaza de la Independencia de Kiev, también conocida como la Maidan, después que un edificio cercano que había sido ocupado previamente fue arrasado por el fuego el martes por la noche en violentos enfrentamientos con la policía antidisturbios. Miles de activistas armados con bombas incendiarias y piedras defendieron la plaza, símbolo clave de las protestas. En París, el ministro francés de Relaciones Exteriores Laurent Fabius dijo a la prensa en una conferencia con el secretario de Estado norteamericano John Kerry que él y sus homólogos de Alemania y Polonia se reunirían con ambas partes en Ucrania antes de la reunión de la UE sobre posibles sanciones. Señaló que confía en que ambas partes "encontrarán un camino al diálogo". Las posibles sanciones incluyen prohibir que funcionarios de alto nivel viajen a naciones de la UE o congelar sus activos ahí. La prohibición de viajar o el congelamiento de activos a oligarcas poderosos que respaldan a Yanukovich podría motivar que éstos lo presionen para cambiar de curso.

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