Irak en la frontera del caos

BAGDAD - Las autoridades iraquíes están decididas a recapturar la ciudad norteña de Mosul a la que ocuparon casi en su totalidad extremistas inspirados en al-Qaida, dijo el gobernador provincial que huyó del lugar a la par con medio millón de habitantes. Después de que el Estado Islámico de Irak y el Levante —grupo inspirado en al-Qaida— lanzara su sorpresivo asalto contra la segunda ciudad más grande de Irak, rebeldes con banderas negras ocuparon edificios de gobierno, expulsaron a las fuerzas de seguridad y capturaron vehículos militares mientras habitantes huían para salvar sus vidas. "Mosul tiene capacidad para volver a levantarse y deshacerse de todos los elementos foráneos... tenemos un plan para restaurar la seguridad", declaró Atheel al-Nujaifi, gobernador de la provincia de Ninevah. "Hemos adoptado medidas prácticas para restaurar el orden... mediante la movilización de personas en comités públicos que recuperarían la ciudad", agregó. Mosul, de alrededor de 1.5 millones de habitantes, es la capital de la provincia de Ninevah, que junto con la provincia vecina de Anbar, predominantemente suní, comparte una frontera larga y porosa con Siria. Se desconoce de inmediato el número de personas que perdieron la vida en el asalto rebelde, pero unas 500,000 personas huyeron de la ciudad, según la Organización Internacional para las Migraciones.

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