Piazza y Griffey entran al Salón de la Fama del Beisbol

COOPERSTOWN, Nueva York, EE.UU. (AP) -- Dos peloteros que comenzaron sus respectivas carreras en circunstancias muy distintas hace tres décadas coincidieron el domingo en el mismo lugar.

Sus nombres quedaron grabados en placas que los acreditan como miembros del Salón de la Fama. Y los dos coincidieron en algo más: derramaron lágrimas durante sus discursos. Ken Griffey Jr y Mike Piazza fueron exaltados formalmente como nuevos miembros del recinto, tras cumplir trayectorias tan destacadas como contrastantes en las Grandes Ligas.

Griffey es el único pelotero seleccionado como primero en el draft que ha terminado en el recinto de los inmortales. En contraste, Piazza fue reclutado en la 62da ronda de 1988, en el puesto 1,390, el menos destacado entre todos los inmortales de Cooperstown.

"Hay dos conceptos erróneos sobre mí: que no trabajé duro y que todo lo que conseguí fue fácil", dijo Griffey. "Sólo porque hice que pareciera fácil, eso no significa que lo fue. No llegas al Salón de la Fama sin trabajar todos los días".

Por su parte Piazza aseveró: "mi papá siempre soñó con jugar en las mayores", dijo Piazza, apenas el segundo miembro del Salón de la Fama que usa la gorra de los Mets, junto con Tom Seaver, entronizado en 1992. "Él no pudo cumplir este sueño por las realidades de la vida. La fe de mi padre en mí solía ser más grande que la mía, y es el factor más importante por el que me exaltan al Salón de la Fama. Gracias, papá. Lo hicimos. La carrera ha concluido".

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